martes, 8 de septiembre de 2015

La moda del pito y el doble rasero.

Con el caso Piqué en auge, se ha terminado por denunciar una moda (no nueva) que no es mas que una forma que tiene el público de expresar su desacuerdo hacia una persona, situación o institución. Es pacífica y lícita, pero esto no significa que debamos estar pitando cada vez que no estemos conformes. Para algunos medios, Piqué está siendo silbado de una manera injusta, tanto por méritos deportivos como por diferencias personales y deportivas(declaraciones en salida de tono que imputaban al Real Madrid). Sin embargo, para otros, Gerard ha provocado unas chispas y rozaduras entre los miembros de la selección que pertenecían a estos clubes y que en su día tanto costó unir. Las dos posiciones me parecen totalmente comprensibles y hay que respetar a ambos bandos. Lo que me parece una vergüenza es pitar el himno, sea de la nacionalidad que sea. Eso es ofender a toda una nación. Por eso creo que el cambio del lugar del encuentro a Alicante, pone a un jugador por encima de toda la selección, (por no hablar de los miles de madrileños que tenían la ilusión de disfrutar de ese partido y que se han visto ninguneados).
Sin embargo, estas campañas en favor de mitigar los pitos, no las hubieron con otros jugadores de renombre, a los que se les han dedicado malas palabras y se han justificado estas acciones. Yo creo que no se debe silbar a un jugador de tu propio equipo en ninguno de los casos, con excepción de que éste muestre desidia en el campo. A uno no le pueden salir las cosas, pero no dejar de correr. Por eso, dejemos trabajar a los profesionales que tanto nos hacen disfrutar. Eso sí, si hay algún individuo al que le dé miedo mover las piernas, unos pocos de decibelios no le harán ningún mal...

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